Procedencia
La coliflor es la estrella de las coles, en un inicio alabada como alimento por griegos y romanos, luego, además, ornamentando los jardines y huertos de Versalles. Cuenta la historia que esta verdura gustaba tanto a Madame Du Barry, que los cocineros de la aristocracia crearon toda una salsa a base de coliflor en nombre de ella…la Salsa ahora se conoce como salsa Du barry.
La coliflor es una verdura procedente de las regiones del cercano oriente (Asia Menor, Líbano y Siria), los romanos fueron los primeros en cultivar la coliflor, luego a través de las relaciones comerciales de aquella época se extendió desde Italia a todo el Mediterráneo. En el XVII la coliflor ya se cultivaba en la mayor parte de Europa llegando el siglo XVIII a España, de ahí ya sabemos la historia.
Propiedades nutricionales
Gracias a su alto contenido en agua y a su escaso contenido energético, la coliflor es una verdura idónea en dietas de control de peso, además su contenido de fibra genera una sensación de saciedad y reduce el apetito, un aspecto muy beneficioso en este tipo de dietas.
Esta verdura posee principalmente vitaminas Hidrosolubles (Vitamina C y Complejo B), las cuales se pierden rápidamente en el agua de cocción, por ello su preparación se recomienda se realice a vapor o con muy poca agua en microondas.
La vitamina C, como sabemos, es un antioxidante y ayuda a la formación de huesos, dientes, glóbulos rojos, y mejorar el sistema inmunológico, esta acción se ve aumentada en la coliflor pues posee ácido cítrico el cual potencia la acción de la vitamina C.
Sus vitaminas del complejo B son: La Vitamina B1, la cual ayuda a liberar la energía que nos proporciona los carbohidratos, la deficiencia de esta vitamina se puede relacionar con cansancio, pérdida de concentración, irritabilidad y depresión; la vitamina B2, la cual ayuda a la formación de anticuerpos, y como todas las vitaminas del complejo B ayuda a la liberación de energía de los alimentos; vitamina B3 que colabora con el funcionamiento de los sistemas digestivo y nervioso, el buen estado de la piel; la vitamina B6 que ayuda a realizar diferentes reacciones dentro de la célula, y además de permitir un adecuado desarrollo del sistema inmunológico.
La coliflor posee folatos que participan en la producción de material genético y en la formación de anticuerpos del sistema inmunológico, el consumo de esta vitamina es especialmente importante para mujeres embarazadas o para mujeres que consumen anticonceptivos orales (ya que estos disminuyen la disponibilidad del folato que consumimos en la dieta). Los requerimientos de folatos son superiores también en los niños, es por ello importante la inclusión de verduras como la coliflor en su alimentación.
Por otra parte la coliflor es un alimento rico en potasio y de bajo contenido de sodio, lo cual la hace ideal para personas que sufren de hipertensión, además por su contenido de agua la podemos considerar como un alimento diurético, permitiendo así eliminar sustancias de desecho, como ácido úrico y urea, a través de la orina, haciéndola aconsejada para pacientes que padecen hiperuricemia y gota, personas con tendencias a formar cálculos o que suelen retener líquidos (siempre y cuando no la acompañen de una salsa con mucho contenido de sal).
El fuerte aroma característico es ocasionado por estos compuestos azufrados los cuales son los que brindan las propiedades anticancerígenos que esta posee, pero por otra parte estos mismos compuestos son responsables de la flatulencia y la dificultad para su digestión. Sin embargo, la coliflor se digiere mejor que el resto de las coles, por lo que su consumo no ha de estar necesariamente restringido en aquellas personas con gastritis. Inclusive, resulta más suave si se cocina con comino o hinojo, también sirve de ayuda una infusión de manzanilla con anís, menta o de hierbabuena luego de consumirla.
Estos compuestos azufrados más su contenido en fibra y magnesio hacen que esta posea un suave efecto laxante.
La coliflor posee compuestos bociógenos. Estos elementos tienen la capacidad de bloquear la absorción y utilización del yodo, con lo que frenan así la actividad de la glándula tiroides. Estas sustancias se producen por la acción de una enzima que se libera al machacar o masticar la coliflor cruda. Cuando se cocina no se da este efecto. Aunque es poco probable que esta sustancia antitiroidea contenida en la coliflor produzca bocio se recomienda en personas con hipotiroidismo evitar el consumo habitual de verduras de este género como col y repollo.
Actualmente en el mercado podemos encontrar muchas variedades de coliflores, las tradicionales de color blanco, y luego las tenemos en verde, amarillo, morado. Como ustedes saben cada color marca una característica especial, las verdes son ricas en Sulforafano, las amarillas en betacaroteno, las moradas en antocianinas, ayudando a prevenir ciertos tipos de cáncer, mantener la piel y visión saludable, protegiendo el corazón, respectivamente. En la coliflor morada hay que tener sumo cuidado pues su peculiar color desaparece con la cocción, es preferible cocerla en microondas rociada levemente de agua.
Conservación
Deben tener una imagen limpia, firme y compacta de hojas verdes y tiernas.
Evitar las que poseen cualquier tipo de manchas pues es indicador que ya no se encuentran frescas o han sido atacadas por hongos o insectos.
Esta verdura no se lava hasta el momento antes de ser utilizada, su conservación se debe realizar en el frigorífico, envuelta en una bolsa de plástico perforada, colaborando así a mantener sus cualidades nutricionales y organolépticas.
La coliflor tiene un olor característico que suele ser poco agradable, es por eso que en la cocción se debe evitar taparla ya que su intenso aroma puede afectar su sabor, también es bueno agregar durante la cocción una papa o manzana para lograr atenuar la intensidad del aroma.
RECETAS: http://nutrirecetas.blogspot.com/search/label/Coliflor
Ana Elisa Flores Ruiz de Castilla
Nutricionista
Artículo publicado en la Revista Padres-Revista Cosas
Julio 2008
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