Científicamente, se lo denomina Prosopis pallida; el árbol de algarrobo pertenece a la familia de las Leguminosas. Los frutos de esta planta contienen en su interior una pulpa dulce de color amarillo además de sus semillas.
A partir de la molienda de los frutos de las vainas y de sus semillas, surge la harina de algarroba. Esta es de uso comestible y posee valiosas propiedades nutritivas y terapéuticas.
Teniendo la siguiente composición nutricional:
Proteínas 8 %
Fibras 8 %
Carbohidratos solubles 62 % (se destaca la presencia de un 40-50% de azúcares naturales (fructuosa, glucosa, maltosa y sacarosa)
Calcio 1,4 mg/gr
Hierro 0,07 mg/gr
Potasio 0,9 mg/gr
Sodio 0,13 mg/gr
Zinc 0,015 mg/gr
Su bajo contenido de sodio la hace adecuada para el consumo de personas hipertensas, y la ausencia de gluten en su composición hace posible su uso en pacientes celíacos.
Posee fibra de muy buena calidad (pectina y lignina fundamentalmente) las cuales benefician la flora intestinal, ayudan a reducir el colesterol, y eliminar metales pesados.
Por otra parte posee taninos (antioxidantes que se encuentran dentro del grupo de polifenoles) que son benéficos para el corazón.
También se han probado las propiedades astrigentes y antidiarreicas y este alimento.
La harina de algarroba tiene un sabor similar al cacao, pero al ser dulce ya no necesita la adición de azúcar, con esta harina se preparan cacao de algarroba, café de algarroba, licores, tortas, panes, galletas, turrones, etc.
Algarrobos orgánicos
Budín de banana y Algarroba
Receta tarta de algarroba
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